Proyecto, recientemente adjudicado por la Universidad Autónoma de Chile, permitirá implementar un Plan de Desarrollo Integral en Igualdad de Género que fomente el acceso, desarrollo y liderazgo de las mujeres en la institución, así como la transversalización de la perspectiva de género en los ámbitos I+D+i+e, para promover una cultura organizacional que asegure la igualdad de oportunidades y ambientes libres de discriminación, violencia y sesgos de género.
Según el último informe científico de la UNESCO solo un tercio de los investigadores a nivel mundial son mujeres y los procesos de contratación se ven afectados por sesgos de género conscientes e inconscientes. Esto más la falta de perspectiva de género en aspectos organizativos, la ausencia de políticas de conciliación y otros factores culturales, que fomentan la fuga de investigadoras y la pérdida de talento sostenida en las instituciones.
«Existe consenso global de que el equilibrio de género en las instituciones se considera un paso clave para garantizar la excelencia y la calidad de la investigación y la innovación inclusiva y sostenible» señala la Dra. Vania Figueroa, coordinadora de vinculación de ciencias aplicadas del Centro de Comunicación de las Ciencias de la Universidad Autónoma de Chile y vicepresidenta de la Red de Investigadoras.
En las Universidades chilenas sólo el 22% de quienes alcanzan la máxima jerarquía (profesor titular) son mujeres, en temas de investigación un 38% de las personas con publicaciones en revistas indexadas a Web of-Science (WoS) entre el 2008 y la actualidad son mujeres y solo representan el 15% del total de solicitudes de patentes, según la Radiografía de Género en CCTI 2020 del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
¿Cuál es la realidad de la Universidad Autónoma de Chile?
Al año 2020 el promedio de la distribución por sexo del total de profesores(as) investigadores era de un 57% de mujeres y 43% de hombres. El porcentaje de mujeres liderando proyectos de investigación postulados a ANID y patrocinados por la Universidad Autónoma durante el 2020 fue de: Fondecyt Regular 60% hombres y 40% mujeres; Iniciación con 52% Hombres y 48% mujeres; y Postdoctorado un 46.7% hombres y 53.3% mujeres, respectivamente.
«En la mayoría de los concursos se mantiene una proporción cercana al 60-40%, con las mujeres en menor representación con excepción del Fondecyt de Postdoctorado donde las mujeres sobrepasan el 53% lo que demuestra una mejor situación comparado al nivel nacional. Esto demuestra que vamos en la dirección correcta, aunque aún falta» analiza el Dr. Iván Suazo, vicerrector de Investigación y Doctorados de la Universidad Autónoma de Chile.
Y agrega: «dimos un primer paso durante el 2020 con la aprobación de la Política de Equidad e Inclusión, que, entre otras acciones, incorporó los conceptos de equidad e inclusión a los propósitos institucionales, creando además la Oficina de Equidad e Inclusión. Un primer paso señalo, porque creemos que hay más que hacer».
Así lo evidencia la aplicación del modelo Huella de Género, el que reveló que la institución presenta brechas de género en Investigación, Desarrollo, Innovación y emprendimiento (I+D+i+e) que requieren ser atendidas para que pueda aportar efectivamente no solo al desarrollo económico y al progreso social del país, sino también enfrentar los desafíos globales del siglo XXI. En esta línea va la reciente adjudicación en el Concurso de Desarrollo de Capacidades Institucionales para la Igualdad de Género en el Ámbito de la I+D+i+e en Instituciones de Educación Superior (InES Género 2021), de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
La propuesta contempla una planificación de 36 meses, un presupuesto de $446.970.000 y su inicio se dará una vez finalizado el acto administrativo que aprueba el convenio, lo que debería ocurrir durante este mes.
Terminar con las brechas de género
El proyecto, liderado por la Dra. Vania Figueroa, creará una estructura institucional para la igualdad de género, coordinada desde la Vicerrectoría de Investigación y Doctorados (VRID), la que permitirá la implementación de un plan para alcanzar la igualdad en los ámbitos de I+D+i+e en la institución.
«La iniciativa busca instalar una estructura institucional para la igualdad de género a través de la creación de una orgánica formal que permita, entre otras cosas, identificar las fortalezas y condiciones críticas, procesos y prácticas relevantes que facilitan u obstaculizan la igualdad de género en los ámbitos de I+D+i+e, para promover un cambio en la cultura organizacional» comenta la investigadora de la Universidad Autónoma de Chile.
Es así como se creará la Unidad de Igualdad de Género de la VRID que estará encargada de diagnosticar las relaciones de género y en concordancia, capacitar a la comunidad universitaria e instalar procesos, planes y prácticas de igualdad de género que permitan lograr un cambio cultural general en la institución con énfasis en los ámbitos de I+D+i+e. Lo que está en sintonía con los nuevos criterios de acreditación de la CNA y la Ley 21369, promulgada en septiembre del presente año y que regula el Acoso Sexual, la Violencia y la Discriminación de Género en el Ámbito de la Educación Superior.
Además, se proyecta la elaboración participativa de una política de Igualdad de género que asegure el acceso, el desarrollo de carrera, la retención y el liderazgo de mujeres en I+D+i+e. Para promover el empoderamiento y las habilidades de liderazgo de investigadores de carrera temprana se implementará el Programa Autónomas, que tendrá un eje centrado en la visibilización de las trayectorias de las investigadoras y otro eje en formación y empoderamiento, a través de una Red de Mentoras nacional e Iberoamericana que permita el intercambio de experiencias.
Otro aspecto relevante es que se promoverá la I+D+i+e con enfoque de género, a nivel general, disciplinar e interdisciplinar, a través de distintos instrumentos y estrategias que también contemplan dar mayor visibilidad para aumentar el reconocimiento público de la importancia de integrar la dimensión de género en estos ámbitos. «Medidas que permitirán avanzar en competencias claves para que la institución pueda contribuir con todo su potencial a su propio progreso y al desarrollo del país» finaliza la investigadora.E